“Una cinta puede marcar la diferencia entre un invernadero rentable y uno con pérdidas”

En el competitivo mundo de la agricultura protegida, donde cada detalle cuenta, TopTape ha logrado destacar por ofrecer una solución sencilla pero esencial: cintas de reparación diseñadas para alargar la vida útil de las cubiertas plásticas de los invernaderos.

"Un invernadero no es nada sin su cubierta, y una cubierta no es nada sin una buena solución para mantenerla hermética y funcional", afirma Lucas González, ingeniero industrial y CEO de la empresa mexicana.

Con sede en el estado de Guanajuato, Lucas fundó TopTape tras su experiencia en una de las agrícolas más grandes del país, con más de 200 hectáreas de cultivo protegido. "Allí me di cuenta de lo atrasada que estaba la industria en cuanto a mantenimiento. Las cintas que se usaban para arreglar los invernaderos se quemaban con el sol a los pocos meses, y simplemente no era viable seguir gastando tiempo, dinero y exponiendo al personal a riesgos innecesarios", recuerda.

Un desarrollo nacido desde el campo
La historia de TopTape comenzó a raíz de un accidente laboral que marcó a su fundador. "Quisimos desarrollar un producto que redujera la exposición de los trabajadores y que, además, ofreciera un mantenimiento duradero. Por ello, creamos una cinta que no solo resiste el sol y la humedad, sino que se integra al plástico con el paso del tiempo", explica.

El resultado fue una cinta de emulsión acrílica, más delgada y flexible que las convencionales, que se adapta perfectamente a las zonas más vulnerables del invernadero, como el contacto entre metal y plástico en los perfiles tipo "zigzag".

"A diferencia de otras soluciones que se encuentran en el mercado, nuestra cinta no se quema con el sol; con el calor se adhiere más. De hecho, tenemos casos de uso comprobado en agrícolas que llevan más de 40 meses con la misma aplicación", destaca Lucas.

Rentabilidad y seguridad: los dos pilares
Según datos internos de la empresa, los usuarios de TopTape logran ahorros del 275% en producto a lo largo de la vida útil de la cubierta. Además, la cinta puede aplicarse tanto en interior como en exterior, incluso en superficies ligeramente húmedas, y está disponible en anchos de 5 a 30 centímetros por 46 metros de largo, adaptándose al tipo de daño o a la zona a reparar.

"Lo que buscamos no es vender una cinta, sino enseñar a los agricultores a hacer bien las cosas desde el principio. Si por un pequeño agujero entra una plaga, toda la inversión realizada en el invernadero y en el cultivo se puede ir al traste. Nuestro objetivo es evitar eso", enfatiza.

Innovación práctica desde México para el mundo
TopTape ya trabaja con productores de diferentes escalas, desde grandes agroindustrias hasta pequeños agricultores. Uno de ellos logró extender la vida de su plástico de tres a cuatro años gracias a un mantenimiento adecuado. "En su caso, con ese ahorro pudo incluso construir un nuevo invernadero", cuenta Lucas con orgullo.

El empresario insiste en que el cambio de mentalidad es clave: "No se trata de gastar menos, sino de invertir mejor. En una industria que mueve millones, no tiene sentido que un problema tan básico como un agujero en la cubierta siga afectando la rentabilidad de los cultivos".