Japón emerge como un mercado prometedor para los arándanos peruanos, impulsado por el creciente interés de sus consumidores en alimentos saludables y funcionales. Esta tendencia coincide con la capacidad del Perú para ofrecer una producción sostenible y de alta calidad, según informó la Asociación de Exportadores (Adex).
En 2024, las importaciones mundiales de arándanos alcanzaron los 7.351 millones de dólares, un aumento del 30% respecto al año anterior (5668 millones). Estados Unidos, Países Bajos, Alemania, Reino Unido, Canadá, China, España y Hong Kong encabezaron la lista de compradores, todos con crecimientos superiores al 20%.
Japón se situó en el puesto 26 del ranking, con un incremento del 6%. El país asiático consume arándanos en múltiples formatos —frescos, congelados, deshidratados o procesados en jugos, mermeladas y suplementos—, y se abastece principalmente de Estados Unidos, México, Chile, Canadá, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos, Nueva Zelanda y China.
Aunque Perú aún no exporta al mercado japonés por falta de un protocolo fitosanitario, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) mantiene gestiones con su contraparte nipona para concretar el acceso en el corto plazo. Con este propósito, Adex ha organizado una visita de representantes de la embajada japonesa a un fundo en Ica, que incluye áreas de cultivo, investigación, desarrollo y una moderna planta de empaque y refrigeración.
El director de Adex, Patricio Luzanto, destacó el avance de la industria nacional del arándano, impulsado por su calidad, sabor y valor nutricional. "Desde hace años, Perú se mantiene como el principal exportador global, con una participación aproximada del 35%. El ingreso a Japón nos permitirá mantener ese liderazgo y diversificar nuestra oferta en un mercado tan importante y exigente", afirmó.
Actualmente, Perú cultiva cerca de 65 variedades de arándanos, incorporando cada campaña nuevas líneas genéticamente mejoradas. Estas innovaciones han permitido ampliar la vida postcosecha, aumentar la resistencia a viajes largos y optimizar el tamaño, color y sabor del fruto, consolidando así su competitividad internacional.
Fuente: agroperu.pe
