Durante décadas, Almería ha sido reconocida por albergar la mayor concentración de invernaderos del planeta. Las imágenes aéreas del Poniente, con extensas cubiertas blancas visibles incluso desde el espacio, consolidaron la fama del llamado mar de plástico como emblema de la agricultura intensiva y la innovación tecnológica.
Sin embargo, los datos más recientes obtenidos a partir de imágenes satelitales muestran un cambio en el mapa mundial. Aunque la provincia continúa siendo la mayor superficie hortícola protegida de Europa, ya no ocupa el primer puesto global. El liderazgo corresponde ahora a Weifang, en la provincia china de Shandong, donde los cultivos bajo plástico superan ampliamente las cifras almerienses.
En el conjunto del Poniente, Níjar y el Bajo Andarax, Almería cuenta con más de 33.500 hectáreas de invernaderos, una red productiva que ha transformado la economía provincial y convertido la zona en referente europeo en exportación hortícola, control biológico y tecnología agrícola.
En contraste, la región de Weifang —conocida en China como la "capital de las hortalizas"— reúne más de 80.000 hectáreas bajo cubierta, más del doble que la superficie almeriense. El rápido crecimiento de la agricultura protegida en esta zona durante las últimas dos décadas ha permitido atender la demanda de un mercado interno de enormes dimensiones, al tiempo que impulsa la modernización del sector agrario chino.
La diferencia no reside solo en la extensión, sino también en la diversidad de cultivos. En Almería predominan las hortalizas orientadas a la exportación —tomate, pimiento, pepino, calabacín, berenjena, melón y sandía—, mientras que en Weifang conviven estos productos con otros destinados al consumo local. Allí se cultivan también fresas, uva de mesa, kiwi, arándanos y frutas tropicales como la pitaya, junto a nuevas modalidades de producción como sistemas hidropónicos, estructuras solares híbridas y modelos semiverticales que optimizan el espacio y los recursos.
El crecimiento de la agricultura bajo plástico no se limita a China. Países como Turquía, Corea del Sur o Marruecos han incrementado de forma notable su superficie de invernaderos con el objetivo de ganar competitividad en mercados estratégicos. Aun así, ninguna región europea iguala la concentración productiva que mantiene Almería. Su fortaleza radica en un modelo cooperativo consolidado, en la tecnificación del campo y en la capacidad de exportar durante todo el año.
El liderazgo del sector almeriense no se mide ya solo en hectáreas, sino en productividad, innovación, sostenibilidad y calidad. La provincia ha sido pionera en el uso eficiente del agua, el control biológico de plagas y la adaptación continua a las exigencias del mercado europeo.
Fuente: diariodealmeria.es