La evolución del plástico agrícola en Huelva no se entiende sin la presión de un modelo productivo que cada año exige más luz, más control y más eficiencia. Mientras el sector avanza en digitalización —con sensores que monitorizan humedad, radiación y temperatura en tiempo real— los agricultores buscan materiales capaces de mejorar la entrada de luz útil, reducir el estrés térmico y prolongar la ventana comercial sin comprometer la calidad del fruto. En esta transición silenciosa, el cambio de paradigma no ha venido desde los plásticos más gruesos, sino desde soluciones más ligeras, técnicas y adaptadas a las condiciones específicas de la provincia. Y este cambio vino de la mano de SP Soluciones Agrícolas y Agriplast, que demostraron cómo una cubierta puede cambiar la forma de manejar una campaña completa de fresa, frambuesa y arándano.

"Hace años aquí nadie bajaba de plásticos de 600 o 720 galgas", recuerda Carlos Mora, responsable de SP Soluciones Agrícolas. "Ese plástico era grueso, pesado, con una baja transmisión de luz tan necesaria para adelantar el ciclo de producción y una durabilidad cada vez más reducida" Era un contrasentido. Y por ello, fue precisamente un agricultor quien pidió algo distinto: un plástico más fino, y que dejara pasar toda la luz posible. Ese gesto abrió el camino que hoy domina la provincia".

La conversación entre ese productor y el fabricante siciliano Agriplast —una compañía familiar con cinco plantas de producción y cincuenta años de historia— permitió el desarrollo del primer plástico de 360 galgas, una novedad absoluta en el mercado. "Nos tildaron de locos", admite Carlos. "Pero funcionó. El agricultor gastaba la mitad de kilos por hectárea y la planta respondía mejor. La reducción de espesor no implicó menor rendimiento; al contrario, mejoró la difusión de la luz, facilitó el manejo y redujo el tiempo de instalación".
"Si montas y desmontas todos los años, el plástico tiene que ser manejable; y el plástico de 360 galgas demostró que el ahorro estaba en la materia prima, pero también en la mano de obra".

Hoy, explica Carlos, alrededor del 90% del plástico usado en Huelva ronda las 360 galgas, independientemente del fabricante. "Nosotros fuimos los primeros con nuestra cubierta Huelvasol, y luego llegó todo el mercado, porque las ventajas eran innegables: más luz, menor coste y menos residuos".
Nueva fórmula para bloquear la radiación NIR sin comprometer el resto del espectro de la luz
En paralelo, el sector ha ido adaptando las cubiertas a cultivos cada vez más tecnificados, donde la luz difusa y la temperatura interna son variables críticas. "Ese es precisamente el objetivo del nuevo desarrollo que SP y Agriplast están probando esta temporada: Agri50, un plástico capaz de ofrecer hasta 90% de luz difusa, muy por encima de los límites habituales del mercado".
"Este producto tiene una fórmula patentada basada en microesferas de cristal capaz de generar una barrera a la radiación NIR y mantener una temperatura 4 °C más baja en promedio en periodos de altas temperaturas externas (incluso en comparación con plásticos blanqueados), con unos niveles altísimos de transmitancia y difusión", explica Carlos. "La luz entra, pero distribuida. Así la planta trabaja más uniforme, sin sombras internas, mejorando tanto la distancia entrenudos y la floración".

Las pruebas en campo se están realizando en fresa, frambuesa y arándano, con resultados muy prometedores, especialmente en frambuesa. "Esta es la fruta más sensible al calor y a la radiación de luz directa, y se suele combinar con malla de sombreo para mitigar altas temperaturas. De manera que si con el propio plástico de cultivo conseguimos bajar unos grados dentro del túnel y uniformizar la luz, podremos prolongar la campaña con fruta de mayor calidad, como ya estamos comprobando", comenta.
Huelvasol y Aralux: plásticos para cada berry
Huelvasol es una de las cubiertas plásticas más usadas en los invernaderos de la provincia, como en los de Las Posadillas, en Mazagón, que cuenta con 90 hectáreas de fresas y 90 de arándanos, que usa los plásticos de SP Soluciones Agrícolas desde hace muchos años.

"Las cubiertas Huelvasol aguantan muy bien los temporales, hasta el punto de que solemos mantenerlas dos años en las fincas de fresa, y las reutilizamos un tercer año para cubrir los arándanos", explica Juanjo, responsable de la finca, mientras pasea entre las hileras de macrotúneles plantados hace escasas semanas. "Da una luz muy buena, la planta estira y crece con fuerza, y nos aporta la precocidad que buscamos".
Las Posadillas maneja cada túnel con plásticos cortados a medida y mantiene una política particular: tapa las dos bocas del túnel una vez que la planta ha emitido raíz, con el objetivo de conservar más temperatura en los primeros estadios de la planta. "Eso nos permite iniciar antes y reforzar la precocidad; y en este año en el que ya se han producido dos episodios de lluvias intensas, incluso hemos adelantado el cierre de algunos túneles para proteger las zonas más sensibles de la fuerza del agua".

Para los arándanos, además de utilizar las cubiertas Huelvasol en su último ciclo, Las Posadillas trabaja con Aralux, otro plástico técnico de Agriplast orientado al cultivo de variedades tempranas. "Con Aralux adelantamos la cosecha notablemente. Hemos llegado a picotear fruta en enero, e incluso algún año en el mes de diciembre", explica Juanjo. "La termicidad adicional y la mayor claridad del plástico protegen la flor frente al frío y aceleran la entrada en producción, un valor clave para el mercado ultratemprano".

La innovación en plásticos se ha convertido así en una pieza clave para la horticultura onubense, donde la luz, la temperatura y el manejo determinan no solo la calidad del fruto, sino su calendario comercial y su competitividad en el mercado. Las experiencias de SP, Agriplast y Las Posadillas muestran que el avance del plástico agrícola pasa por hacer materiales más inteligentes: más difusos, más precisos, y más adaptados a cada cultivo.

"La campaña 2025-2026 será decisiva para validar el nuevo material de alta difusión de luz de Agriplast. Si las pruebas confirman lo que promete la fábrica, Huelva podría volver a marcar tendencia, como hizo hace una década cuando apostó por un plástico de menos grosor y más luminoso que terminó convirtiéndose en el estándar de toda la provincia", concluye Carlos.
Para más información:
SP Soluciones Agrícolas
Pol. Ind. El Algarrobito
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21800 Moguer (Huelva)
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