En la localidad de Las Ramadas, comuna de Punitaqui, Juan Contreras se destaca por su producción hidropónica de lechuga y albahaca. "Mis ancestros se dedicaron a la agricultura y es lo que más me gusta", afirma; pese a la sequía, se mantiene firme en su labor. Utiliza el sistema hidropónico desde junio, optando por estos cultivos debido a su rapidez y rentabilidad, vendiéndolos directamente en la zona y en ocasiones en Ovalle.
Juan forma parte de los 39 usuarios del programa Mi Primer Negocio Rural en la Región de Coquimbo, un proyecto de INDAP para jóvenes de 18 a 40 años. Este programa brinda apoyo económico no reembolsable, financia la inversión inicial y ofrece asesorías técnicas para nuevos emprendedores silvoagropecuarios formales ante el SII. El objetivo es mejorar sus ingresos y facilitar la autonomía económica, promoviendo un relevo generacional en la Agricultura Familiar Campesina e Indígena.
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A través de este programa, Juan ha recibido apoyos para capital de trabajo, infraestructuras como un invernadero para cultivo hidropónico, y asesorías. Aunque tiene un título en Prevención de Riesgos, optó por dedicarse a la agricultura para conectar con sus raíces familiares y destacar la importancia de la agricultura en la alimentación familiar.
Víctor Illanes, Director Regional de INDAP, comenta que el trabajo de Juan "representa fielmente lo que estamos incentivando desde INDAP, es decir, entregar apoyos que beneficien directamente el día a día de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena". Añadió que el programa ha financiado un moderno invernadero de 120 m2 con un kit solar, destacando su importancia para el trabajo de Juan.
El Seremi de Agricultura, Christian Álvarez, resalta el valor del programa como herramienta para afianzar al segmento joven en la Agricultura Familiar Campesina e Indígena, apoyando a aquellos de 18 a 40 años que buscan emprender en el campo. Apunta que Juan muestra ganas, esfuerzo, y entusiasmo gracias al soporte constante de INDAP, esperando que más jóvenes se sumen al programa.
Juan ofrece un mensaje a los jóvenes rurales: "Les diría que tienen que luchar por sus sueños. Que nada en la vida es gratis y fácil. Y si le ponen empeño, le ponen trabajo, pueden llegar muy lejos. Pueden plantar cinco papas, por así decirlo, cinco lechugas. Pero es con tiempo, con dedicación y pasión a lo que a uno le gusta, porque si no le gusta, no va a tener el mismo rendimiento".
Fuente: ovallehoy.cl