En el corazón de un valle del Prepirineo catalán se desarrolla una historia que está captando la atención de viveros, tostadores, investigadores y productores de café de medio mundo. Allí, en una finca aislada, sin apenas cobertura telefónica y rodeada de un clima plenamente continental, ha nacido Castellvilar, la primera plantación de café del planeta ubicada fuera de la franja tropical y subtropical. Lo que comenzó como el sueño personal de un matrimonio con décadas de experiencia en el sector cafetero se ha convertido en un proyecto agronómico sin precedentes, capaz de cuestionar los límites climáticos de un cultivo tradicionalmente exclusivo del trópico.
© Castellvilar
Los fundadores explican que todo empezó por una pasión compartida. "Mi mujer y yo llevamos más de 27 años en el mundo del café", relata Juan, responsable de la finca . "Ella en la parte de gestión y yo en la parte técnica, en lo relacionado con las máquinas. Hemos trabajado en casi toda la cadena menos en el cultivo, así que siempre tuvimos en mente cerrar el círculo y poder ofrecer un café de finca controlando todos los pasos: cultivo, tueste, envasado y distribución". La búsqueda del lugar idóneo duró años, hasta que en 2016 encontraron la finca Castellvilar, un enclave con un microclima singular. Durante dos años realizaron un estudio riguroso de precipitaciones, pH, humedad, radiación solar y temperaturas. "El estudio certificó que el 85% de los requisitos del cultivo se cumplían. Es un valle, y aquí coincidían todos los puntos críticos de humedad y radiación que necesitábamos", explica Juan.
© CastellvilarEl proyecto se cimenta sobre un concepto claro: apostar por el café de especialidad y por el cultivo bajo sombra, un modelo minoritario a escala global. "El 85% del café que se produce en el mundo es de soleil, a pleno sol, orientado a grandes volúmenes y cosecha mecanizada", recuerda Juan. "Pero el café de sombra es otra cosa: más exclusivo, más delicado, con un manejo agronómico más fino y con una trazabilidad del 100%. Esa era la línea que queríamos".
La compra de la finca se formalizó en 2018 y, a partir de ese momento, comenzó un proceso de investigación interna que los propios fundadores describen como esencial. "Estuvimos un año y medio estudiando la tipología de planta, buscando semillas y estableciendo que el proyecto debía empezar desde cero, desde la semilla", explica. "La adaptación genética era clave. Germinamos las plantas aquí mismo y las sometimos a estrés controlado para que incorporaran la información climática del lugar. Las primeras floraciones ya llevan esa memoria genética y, tras varias generaciones, tendremos plantas completamente adaptadas".
Los resultados ya son visibles. "Ahora mismo nuestras plantas soportan entre ocho y diez grados menos que las temperaturas mínimas habituales para el café", afirma. Mientras que la especie requiere normalmente temperaturas mínimas de 14 a 16 °C, las plantas de Castellvilar toleran picos de 4 a 6 °C, algo inédito en la literatura agronómica del sector.
El invernadero: la pieza que hizo posible lo imposible
Aunque la adaptación genética ha sido clave, nada habría sido viable sin un segundo elemento fundamental: un sistema de invernaderos diseñado específicamente para amortiguar los extremos climáticos del valle.
© Castellvilar
"La agricultura de café fuera del trópico sería imposible sin un invernadero tecnificado", afirma Juan. El cultivo combina estructuras indoor y outdoor, ajustadas a cada fase de crecimiento. "Aquí tenemos entre dos y tres meses de heladas, así que necesitamos coberturas y espacios protegidos. Pero no queríamos calefacciones industriales que encarecieran el modelo. Diseñamos un sistema flexible que permite trasladar las plantas según su estadio y manejar la temperatura, la humedad y la ventilación con precisión".
La finca trabaja con un modelo híbrido: una fase inicial en hidroponía e invernadero, donde las plántulas reciben protección térmica, luz regulada y un control de humedad estable; la transición a maceta en espacio protegido, para reforzar la estructura radicular y el desarrollo vegetativo; y la adaptación progresiva al exterior, sincronizada con las ventanas térmicas de la zona.
© CastellvilarEste enfoque permite que la planta aprenda gradualmente a tolerar el clima real sin perder vigor. Además, el invernadero proporciona dos elementos que en la montaña mediterránea serían imposibles de alcanzar de forma natural: estabilidad lumínica y amortiguación de la oscilación térmica, factores críticos para la floración del café.
"El café no teme el frío puntual, teme el frío brusco", explica Juan, "y en ese sentido el invernadero es nuestro colchón. Evita picos de estrés y mantiene la planta en un rango fisiológico estable, lo que permite que las yemas florales no se aborten y que la fenología avance con normalidad".
Un café de sombra europeo con identidad propia
Hoy la finca cuenta con más de 5.000 plantas germinadas in situ y un ecosistema agrícola que combina conocimiento tradicional, manejo de precisión y selección genética natural. Los primeros microlotes obtenidos en las cosechas recientes han generado un fuerte interés tanto por su origen único como por sus perfiles organolépticos. La propia empresa destaca que no existe en el mundo otro café cultivado fuera de las zonas tropicales o subtropicales, lo que convierte a Castellvilar en un caso pionero.
"Es un cambio de paradigma total, tanto a nivel agronómico como organoléptico", afirma Juan. "Hay muchísima expectación y cada vez más organismos y empresas quieren saber cómo lo hemos conseguido. De hecho, en los próximos meses iniciaremos colaboraciones con centros de investigación y entidades que desean estudiar el proyecto desde una perspectiva técnica".
Castellvilar no busca solamente producir café: pretende demostrar que es posible cultivar café fuera del entorno climático tradicional, generando lo que ellos llaman "un café improbable, con un sabor irrepetible". "Hemos trabajado solos durante años, pero ahora empieza a despertar el interés que confirma que vamos por el camino correcto".
Para más información:
Finca Castellvilar
08571 Sant Vicenç de Torelló
Barcelona
https://castellvilar.com