En la comunidad de La Estancia, Chilcuautla, en la región del Valle del Mezquital, los agricultores han comenzado a cambiar el cultivo tradicional de jitomate por pepino dentro de los invernaderos. Esta transición se debe al estancamiento de precios del jitomate y al incremento de los costos de producción, lo que ha llevado a los campesinos a buscar cultivos más rentables.
Genaro Trejo Martínez, agricultor local, expresa que aunque históricamente algunos productores son conocidos como jitomateros, ahora están optando por el cultivo del pepino. La producción de pepinos es considerada más redituable debido a su rendimiento, que alcanza aproximadamente 170 toneladas por hectárea en sistemas de agricultura controlada o invernaderos, comparado con el jitomate, que produce 150 toneladas por hectárea.
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Los precios de venta del jitomate alcanzaron los 15 pesos por kilo en noviembre, pero recientemente cayeron a 10 pesos por kilo. En contraste, el pepino se vende en promedio a 10 pesos por kilo al mayoreo, pero su rendimiento le otorga una mayor rentabilidad.
Trejo comenta que "el costo de producción del jitomate se ha encarecido debido al alza en los agroquímicos, así como el cierre de la frontera norte hacia los jitomates mexicanos y los aranceles impuestos". También expresa preocupaciones sobre el uso del agua del río Tula para fines agrícolas y las posibles sanciones derivadas de la reforma a la Ley de Aguas Nacionales.
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Genaro menciona que no han tenido acercamientos con los diputados federales ni con funcionarios de la Comisión Nacional de Agua, y esperan entender mejor los alcances de la reforma. "Veremos cuáles serán los alcances de esta reforma, la cual se espera que apruebe esta semana en el Congreso de la Unión", añadió.
Este cambio refleja una adaptación de los agricultores a las fluctuaciones del mercado y las presiones económicas, buscando optimizar la rentabilidad de sus actividades agrícolas a través de cultivos de alto rendimiento como el pepino.
Fuente: oem.com.mx
